EL EFECTO QUE TIENEN LAS PANTALLAS EN UNA EDAD TEMPRANA CON EL LENGUAJE
En la era digital actual, el uso de pantallas por parte de los niños pequeños se ha vuelto omnipresente. Desde tabletas hasta teléfonos inteligentes y televisores, estos dispositivos forman parte de la vida cotidiana de muchas familias. Sin embargo, el impacto de la exposición temprana a las pantallas en el desarrollo del lenguaje es un tema de creciente preocupación y debate entre padres, educadores y profesionales de la salud.
Este artículo explora cómo el tiempo frente a las pantallas puede influir en las habilidades lingüísticas de los niños pequeños y ofrece recomendaciones basadas en la investigación actual.
Impacto negativo en el desarrollo del lenguaje
Diversos estudios han señalado que el uso excesivo de pantallas puede tener un impacto negativo en el desarrollo del lenguaje en los niños pequeños. La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda que los niños menores de 18 meses eviten el uso de pantallas, a excepción de videollamadas con familiares. Para los niños de 18 a 24 meses, la AAP sugiere que el tiempo de pantalla debe ser supervisado y de alta calidad, y que los padres deben ver el contenido junto con sus hijos para ayudarlos a entender lo que están viendo.
Los estudios indican que los niños que pasan más tiempo frente a las pantallas tienden a tener un vocabulario más limitado y menores habilidades de comunicación. Esto se debe en parte a que el tiempo frente a las pantallas reduce el tiempo que los niños pasan interactuando con sus padres y otros cuidadores, lo cual es crucial para el desarrollo del lenguaje. Las conversaciones cara a cara y la lectura en voz alta son actividades esenciales que fomentan el crecimiento del vocabulario y la comprensión del lenguaje.
Interacciones de Calidad vs. Tiempo de Pantalla
El tipo de contenido y la manera en que los niños interactúan con las pantallas también juegan un papel importante. No todo el tiempo de pantalla es igual. Los programas educativos de alta calidad diseñados específicamente para niños pequeños pueden tener un efecto positivo cuando se usan de manera limitada y supervisada. Por ejemplo, programas como “Sesame Street” han demostrado mejorar ciertas habilidades cognitivas y de lenguaje en los niños en edad preescolar. Sin embargo, estos beneficios se ven significativamente aumentados cuando los padres o cuidadores participan activamente en la visualización y discusión del contenido.
La “interacción conjunta” o “co-viewing” es clave. Los estudios han encontrado que cuando los padres ven y discuten el contenido con sus hijos, pueden ayudar a mejorar la comprensión y retención del lenguaje. Esta interacción conjunta convierte una actividad pasiva en una experiencia de aprendizaje activa y enriquecedora.
Recomendaciones para Padres y Cuidadores
Para mitigar los posibles efectos negativos del uso de pantallas en el desarrollo del lenguaje, los expertos recomiendan lo siguiente:
- Limitar el Tiempo de Pantalla: Los niños menores de 2 años deben tener un acceso muy limitado a las pantallas. Para los niños de 2 a 5 años, se recomienda limitar el tiempo de pantalla a una hora al día de contenido de alta calidad.
- Participación Activa: Los padres deben ver el contenido con sus hijos, discutir lo que están viendo y relacionar el contenido con el mundo real. Esto ayuda a los niños a entender y aplicar el lenguaje que están aprendiendo.
- Promover la Interacción Directa: Dedicar tiempo a actividades que involucren interacción cara a cara, como la lectura, el juego y las conversaciones, es esencial para el desarrollo del lenguaje.
- Seleccionar Contenido Educativo: Optar por aplicaciones y programas diseñados específicamente para el desarrollo educativo y asegurarse de que sean apropiados para la edad del niño.
- Modelar un Uso Saludable de la Tecnología: Los padres deben ser un buen ejemplo en el uso de la tecnología, demostrando un equilibrio saludable entre el tiempo de pantalla y otras actividades.
En resumen, mientras que la exposición a las pantallas en una edad temprana puede tener efectos negativos en el desarrollo del lenguaje, estos pueden ser mitigados con una supervisión adecuada, contenido de alta calidad y participación activa