Nivel escolar: 8 a 12 años.
A veces nos quejamos de tener escasa memoria. Pero si tuviésemos que meter en la cabeza el barullo de caras, de cifras, de publicidad… padecido a lo largo del día, nos volveríamos locos. Este escamoteo bienhechor se debe a una memoria “a corto plazo”. En cambio nuestros recuerdos están tan bien enterrados en un espejo “a largo plazo” que ningún lavado de cerebro es capaz de borrarlos.
En este cuaderno ofrecemos ejercicios que trabajan:
- La memoria auditiva y visual de cifras.
- La memoria visual gráfica.
- La memoria visual de objetos.
- La memoria visual de fases.
- La memoria visual asociativa.
- La memoria auditiva de palabras.
- La memoria auditiva de frases.
- La memoria táctil.
- La memoria espacial.
- La memoria a largo plazo.
- La memoria olfativa.
- La memoria auditiva musical.
- La memoria kinestésica.
El conocimiento de las leyes que rigen la memoria humana, representa uno de los puntos más importantes para la psicología científica. Podemos apreciar que cada uno de nuestros sentimientos, impresiones o movimientos deja cierta huella, una estela que permanece durante un tiempo bastante prolongado y al establecerse ciertas condiciones propias, aparece de nuevo, deveniendo en material consciente.
La memoria incluye los siguientes momentos: la impresión de las huellas, la retención o almacenamiento y la reproducción de las huellas.
Utilizamos nuestra memoria “a corto plazo” para retener un número de teléfono durante algunos segundos, el tiempo de efectuar la llamada. Repetimos siete u ocho cifras o sílabas tras haberlas oído una vez. Nuestra memoria “a largo plazo” nos preserva nuestros conocimientos. En resumen, sin memoria a corto plazo, estaríamos intoxicados por las informaciones. Sin la memoria a largo plazo, viviríamos como las plantas.
Conviene recordar que toda huella en el cerebro debe ser reforzada por la repetición para ser retenida. Esta es la base del condicionamiento. El cerebro, máquina estática, escoge, totaliza y retiene sobre todo los acontecimientos que se repiten. Pero hay otros que no se renuevan. Sucede entonces como si el cerebro máquina analógica, volviese a representar las experiencias demasiado fugaces. Las evoca, las repite, las selecciona y finalmente las registra.
De acuerdo con las bases de la memoria someramente analizadas, con este tratamiento que recoge una buena gama de ejercicios memorísticos de toda índole, se intenta influir, corregir y modificar los siguen tes aspectos:
- El reforzamiento: decíamos antes que uno de los principios base del memorizar es la repetición, la huella en el cerebro debe ser reforzada para ser retenida.
- La selectividad, propiedad inherente y necesaria; para que se pueda dar la impresión (huella) en el cerebro, hay que aislar el acontecimiento de la multiplicidad y enfocarlo selectivamente.
- La práctica de la voluntad, que subyace en todo aquello sobre lo que queremos adquirir un dominio y un control.
- El autocontrol: si se tiene control se puede seleccionar, se quedará uno solo con lo útil.
- La adquisición de una buena conciencia de las sensaciones, de los movimientos y de la imaginación.
El tratamiento de la memoria, mediante estos ejercicios, es muy sencillo y fácil de hacer, pero es conveniente realizarlo según las siguientes normas para que se consiga el éxito que se pretende.
Pasos previos al tratamiento:
- Averiguar si realmente existe falta de memoria y ver a qué se debe para saber orientar mejor la recuperación.
- Hacer consciente al alumno de su déficit.
- Convencer al alumno de que ese déficit de memoria se puede recuperar y que es fácil, mediante un tratamiento sencillo.
- Conseguir la aceptación expresa y voluntaria del alumno para llevar a cabo el tratamiento.
- Este tratamiento tiene que ser controlado por una persona mayor; puede ser su profesor u otra persona que conozca bien el tratamiento.
Después de estos pasos previos, las normas del tratamiento, cara al alumno, que deben ser explicadas en su momento por la persona que va a controlarlo, son las siguientes:
- El tratamiento una vez comenzado no debe interrumpirse, los ejercicios hay que hacerlos, a ser posible diariamente.
- No se deben hacer más de tres ejercicios diarios, tampoco deben pasar varios días sin hacer alguno.
- El momento y el sitio para hacerlos será a elección del alumno, buscando siempre las mejores condiciones.
- El alumno irá anotando en las hojas de control que encontrará al final del cuaderno, el número de cada ejercicio día en que lo hace, además tiene que dar su valoración a cada ejercicio: si le ha salido bien, pondrá una B, si le ha salido regulas pondrá una R, y si le ha salido mal, pondrá una M.
- El alumno tendrá que someter a revisión la marcha del tratamiento cada 12 ó 15 días aproximadamente. En la revisión, la persona que controle el tratamiento, observará la marcha del mismo; si el alumno sigue las normas, si encuentra alguna dificultad, si nota algo de mejoría, etc,. Conviene animar al alumno a seguir las normas y a que no se deje vencer por las dificultades. Examinará también la hoja de control del alumno y tomará las notas que considere oportuno.
- Una vez terminado el tratamiento se puede repetir.
Marca
Cepe
CEPE
Un medio vehiculante y difusor creado para compartir métodos, intervenciones educativas o programas, previamente experimentados como eficaces. El fruto de estas experimentaciones, las fichas de trabajo del alumno y sus guías prácticas para el profesor-educador, ayudan a lograr unos objetivos curriculares más diversificados y graduados en el desarrollo personal de los alumnos necesitados de educación especial.
Valoraciones
No hay reseñas todavía